“De pie impecablemente vestida. Muda. La mirada perdida. El alma desnuda. De pie
sobre una realidad cruda. Abrazando una tristeza entendida. De pie y al pie de la
más enorme duda”(anónimo)
Solo ingenuidad en esa mirada, me cautiva, mirada de expresión ausente que
significa mas de lo que cuenta, mirada perdida en un mundo de fantasía, que desea
ser cosas irreales que nunca conseguirá, mirada de ensueño…
tristeza, esperanza, vacío que no se llena en el interior de unos ojos inocentes.
Mirada apasionada creada a través de la nada, de lo irreal de un mundo que no
existe pero en realidad al mirar, al pensar y buscar en el interior se puede llegar a
hallar el mundo de ilusión, de pasión en el que la felicidad es asegurada.
la realidad se crea al antojo de los pequeños ojos de la niña, todo lo que su
imaginación ve se hace real, sus juegos y risas se oyen a lo lejos.
Corazón limpio que se ve a través de su mirada, deseos inseguros de crear una
llama, de comenzar a amar, de aterrizar en una realidad.
Miedo, temor, ojos reveladores e inseguros, miedo a sus miedos, miedo a la vida.
Amargo enfrentamiento con la realidad, ¿cómo es tener todo, pero, en definitiva no
tener nada?
Vida de tristeza, guardada, ocultada tras la mas enorme sonrisa, detrás de la
montaña de sus posesiones, de sus juegos infinitos y riquezas.
Pero, después de su pensar, de sus adentros, encontrar un abismo entre lo material
y sus sentimientos, en su felicidad conseguida, llena de falsedad y mentira y la
felicidad de su cuento, de su mundo de hadas en el que ser princesa no es ser hija
de rey, en el que las mariposas vuelan alrededor de margaritas, el sol enseña a una
pequeña princesita a corretear y la luna la arropa con su manto de estrellas
mientras canta una nana el mar.
Sueña pequeña, sueña, que en el mundo que te espera, el mundo de princesas y
doncellas también tiene lugar para princesas verdaderas.
sobre una realidad cruda. Abrazando una tristeza entendida. De pie y al pie de la
más enorme duda”(anónimo)
Solo ingenuidad en esa mirada, me cautiva, mirada de expresión ausente que
significa mas de lo que cuenta, mirada perdida en un mundo de fantasía, que desea
ser cosas irreales que nunca conseguirá, mirada de ensueño…
tristeza, esperanza, vacío que no se llena en el interior de unos ojos inocentes.
Mirada apasionada creada a través de la nada, de lo irreal de un mundo que no
existe pero en realidad al mirar, al pensar y buscar en el interior se puede llegar a
hallar el mundo de ilusión, de pasión en el que la felicidad es asegurada.
la realidad se crea al antojo de los pequeños ojos de la niña, todo lo que su
imaginación ve se hace real, sus juegos y risas se oyen a lo lejos.
Corazón limpio que se ve a través de su mirada, deseos inseguros de crear una
llama, de comenzar a amar, de aterrizar en una realidad.
Miedo, temor, ojos reveladores e inseguros, miedo a sus miedos, miedo a la vida.
Amargo enfrentamiento con la realidad, ¿cómo es tener todo, pero, en definitiva no
tener nada?
Vida de tristeza, guardada, ocultada tras la mas enorme sonrisa, detrás de la
montaña de sus posesiones, de sus juegos infinitos y riquezas.
Pero, después de su pensar, de sus adentros, encontrar un abismo entre lo material
y sus sentimientos, en su felicidad conseguida, llena de falsedad y mentira y la
felicidad de su cuento, de su mundo de hadas en el que ser princesa no es ser hija
de rey, en el que las mariposas vuelan alrededor de margaritas, el sol enseña a una
pequeña princesita a corretear y la luna la arropa con su manto de estrellas
mientras canta una nana el mar.
Sueña pequeña, sueña, que en el mundo que te espera, el mundo de princesas y
doncellas también tiene lugar para princesas verdaderas.
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